Antes de que los Pizarro - Hinojosa que después serían marqueses de Lorenzana ocuparan este terreno con su casona ya estaban los Canchos de Santa María cuyos restos (los que se ven en la fotografía) no paran de contar sus historias milenarias. En varías crónicas medievales Los Canchos de Santa María son nombrados como lugar donde se reunía el Concejo de Truxillo.

Antes hacerse el palacio el lugar sería fantástico, mágico, los Canchos llegaban hasta casa de Tomasín, aun se ven los restos y desde tiempos ancestrales allí se reunieron todos los concejos humanos que habitaron estos andurriales. El lugar está casi al nivel del Castillo, es una atalaya y al lado se levanta la Torre Julia, mil veces restaurada pero complemento totémico del Lugar.

El palacio de Lorenzana yo lo he conocido de niño y estaba totalmente destrozado, con las cuatro paredes y un suelo lleno de misterio, en estos tiempos modernos el edificio se ha restaurado y es sede de la Real Academia de Extremadura que sin saberlo están pisando sobre los estratos ancestrales de los viejos dioses.