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d) 1000 a 1048

Abd al-Rahman III

Por Alfonso Naharro i Riera


n la misma Crónica del Califa Abd al-Rahman III al-Nasir, ibn Hayyan nos cuenta:"Ocurría también que Miknasa al-Asnam tenía bastantes caballeros e infantes, con los que atacaban a sus vecinos y pasaban en algaras los confines de Ibn Marwan en Badajoz, por lo que este tras partir de Niebla, se dirigió hacia ellos con su caballería y levas, alcanzando la región de al-Asnam hasta su centro, hollándola y recorriendola por doquier, pues les tomó la aldea de Qasula, la más importante de las que tenían y mejor dotada de caballería, infantería y pertrechos, nido de saltdores de caminos y refugios de criminales. Mató un cierto número de sus hombres, se llevó todo el botín que halló, y la destruyó reduciendola a polvo, dejándola luego, pues se le acercaban los caballeros de Miknasa, que confiaban en poder hacerle frente y recuperar el botín.Pero Ibn al-Fary, jefe de Miknasa reunió a su caballería y siguió hostigando a Abd Allah ben Muhammad ben Marwan y atacando sus confines, con el propósito de resarcirse, por lo cual Ibn Marwan volvió a invadir su región, saliendo con sus mesnadas y cayendo sobre él en una posada, donde había ido a beber con sus amigos. Sucedió que alguien de Miknasa de los que iban con Ibn Marwan en calidad de personas seguras, se adelantó a informar a Ibn al-Fray de la proximidad de aquel, con lo cual dejó corriendo la reunión y se subió a su fortaleza salvándose en el momento que llegaba la caballería al sitio que había dejado, entrando allí en su pos y hallando la mesa puesta, las tapas preparadas y las copas llenas y recién aderezado todo. Ibn Marwan sintió que se le escapara y mandó a la caballería por el llano, que recorrieron en algaras y asolaron, y cuando Marwan tuvo las manos llenas de botín, regresó a su región. A Ibn al-Faray se le ocurrió seguirle, poniendo en marcha a la caballería de Miknasa y saliendo tras él, siguiendo con los suyos en pos de la retaguardia, sin mostrarse por temor a ser atacados, siguiendole las huellas por las asperezas que cruzaban lentamente, hasta que les cortó el paso un profundo río de escarpadas márgenes que era imposible evitar (río Guadamez). Cuando comenzó a cruzarlo, los de Miknasa creyeron llegado el momento favorable de atacarle y así lo hicieron, pero se volvió contra ellos en recio combate y los derrotó, matándoles a muchos ysiguiendo su camino, gloriosamente triunfador, tras haber hollado a sus enemigos en todo lugar y hacerlos retirarse humillados, teniéndole por doquier, reconociéndole la supremacía sobre los muladíes que tuviera su abuelo Abd al-Rhaman ben Marwan y acudiendo a él con lisonjas". El año 928 envía el emir Abd al-Rahman III al general omeya Ahman ben Muhammad ben Iyas contra los rebeldes Nafza del Guadiana que operaban desde el castillo de Umm Yafar (Castilnovo) en la región de Asnam todos bajo el gobierno de los Banu Warayul. Después de someterlos las tropas califales fueron contra los Banu Tayit de Mérida sometiéndose su jefe Masud ben Tayit. Fue nombrado walí Abd al-Malik ben al-Asi instalándose en la Alkazaba con sus fuerzas más que suficientes pues las zonas de Miknasa, Hawwara, Nafza y Fuente de Cantos se sometieron al walí. El general Ahman siguió desde Mérida a Santarem que fue sometida casi al mismo tiempo que Abd al-Rahman III tomaba el título de Califa invocado en el sermón del viernes 16 de Enero del 929. El último Banu Marwan de Badajoz, Abd al-Rahman Ibn Marwan, claudicó en el 930 siendo deportado con toda su familia a Córdoba. Hubo otra sublevación en Mérida en el 954 pero fue fácilmente sofocada.

 
 
 
Ahmad Ibn Sakan Wali de Trujillo

La raya cristiana en Lusitania estaba por el rió Mondego, Egitania y Coria quedaban en territorio andalucí un tanto sueltas y sabemos del nombramiento de Ahmad Ibn Sakan como gobernador o walí en Trujillo el año 930. Ahmad Ibn Sakan fortifica especialmente el rió Tajo, tan fácilmente atravesado por los cristianos hasta este momento. Este mismo año Alfonso IV se mete a monje y abdica en favor de su hermano Ramiro II que está en Viseu.

El Califa puso orden en Extremadura y es muy importante el hecho de nombrar un walí en Trujillo, la bella Toryala que debió vivir estos tiempos marwanis de Badajoz a su pleno aire, sin romper con Córdoba ni con nadie demasiado, fue nido de mícales urbanos donde las diversas castas ideológicas y étnicas convivían repartiendose el comercio de una encrucijada caminera y eterna, perfectamente adaptados al transeúnte que pudiera beneficiarles y gobernados por los beréberes nafza que dominaban la ciudad. Las romanas murallas del castillo fueron reforzadas y también las defensas de los recintos por el nuevo gobernador que completó con un importante destacamento militar como retaguardia de las fortalezas en el río Tajo y castigo de reacios al tributo califal.

Sobre los años 955-956 llegan a un acuerdo Abd al- Rahman III y Ordoño III, este muere poco después. Sancho es elegido en octubre rey de León actuando como tal en Santiago. Al año siguiente Castilla reconoce a Ordoño IV y en el 958 lo hace Galicia. Sancho se mantiene en León apoyado por los Navarros pero Ordoño entra en León el 3 de agosto y Sancho huye a Pamplona.

En el 959 Sancho recupera el reino con la ayuda del Califa. El 28 de mayo hace una donación en Celanova después de recuperar Galicia, Ordoño se refugia en Asturias para definitivamente huir a Castilla. En el 961 muere Abd al-Rahman III y se deshacen todos los pactos, Sancho rompe con Córdoba aliándose con los demás reyes cristianos.



Almanzor

En el año 981 Ibn Abi Amir (Almanzor) tiene todo el poder del Andalus iniciando una campaña militar contra Zamora y León, hasta donde llega después de atravesar Extremadura por Trujillo y Coria, y a punto está de tomarlas si una tempestad de nieve no se lo impidiera. Este mismo año Vermudo -hijo de Ordoño III y de una gallega- se independiza en Galicia de León y lo encontramos haciendo una donación al monasterio de Vimarahes como rey, le apoyan los obispos de Coimbra, Viseu y Lamego. El 15 de mayo del 982 es consagrado y entronizado solemnemente en Santiago, se inicia la pugna con Ramiro y ese invierno tienen una batalla de suerte indecisa en la Portela de Arenas, cerca de Monterroso. Ramiro vuelve a León y Vermudo organiza su reino en Galicia. Así andaban los vecinos del Norte.

Almanzor al final aprovecha el cisma galaico-leonés y en el 985 un ejército cordobés entró en León apoyando a Vermudo y sometiendo a los rebeldes de Ramiro, Vermudo le queda como tributario y entra en León el 29 de septiembre, el 22 de octubre ya encontramos su firma en las Actas como rey. Este cisma regio será tremendamente negativo para la causa cristiana que Almanzor aprovechará ampliamente atrayéndose por cualquier precio a los condes portugueses.

Al año siguiente Vermudo decide sacudirse el impuesto de conquista por lo que Almanzor se asocia el bando contrario provocando la rebelión en Galicia de cuatro magnates y condes, a pesar del auxilio cordobés Vermudo fue contra ellos deshaciendo sus fortalezas y echando a sus moradores indefensos al llano. Los jefes huyeron con Almanzor enrolados en su ejército, eran Suero, Gundemáriz, Galindo, Osorio Díaz y Gonzalo Menéndez.

En Junio del 987 Almanzor entró en Coimbra dejándola de tal manera que en siete años estuvo desierta. Los condes portugueses hubieron de someterse al moro para conservar su dominio. Desde Córdoba al Duero mandaba Almanzor.

Al año siguiente los ejércitos moros avanzan hacia León destruyendo todo lo que encontraban a su paso. Vermudo se refugió en Zamora pero nadie pudo contener el avance musulmán, León fue asaltada y saqueada después de cuatro días de aguante, en el asedio murió heroicamente el conde Gonzalo González, Zamora capituló y Vermudo hubo de huir a Galicia. Todo el Sur del Reino quedó a merced de Almanzor que incendió iglesias y monasterios por doquier, con él iban los condes cristianos traidores. Al final quedó Saldaña gobernando León en nombre de Almanzor...

El año 997 desembarca en Algeciras un gran ejército marroquí. Humillados León, Astorga y Zamora: Almanzor se lanza contra Santiago directamente, siguiendo el viejo camino de los peregrinos que subían desde el Norte de África a Córdoba vía Extremadura, Sierra de Gata a Viseu y Coimbra. Entraban por Azuaga a Zalamea y Magacela, atravesaron el Guadiana por el castillo de Umm Yafar (Villanueva de la Serena), Campolugar, Santa Cruz a Trujillo. Me imagino el recibimiento de las tropas ligeras de Almanzor en la ciudad de Toryala y el ambiente anticristiano que se habría recrudecido a lo largo del Califato. Desde Trujillo pasaron el Tajo hasta Coria, descanso y oración antes de saltar a la Meseta por la Sierra de Gata. La primera etapa terminó en Porto.

Allí están la infantería y el armamento que llegaron por mar. Los condes del Duero y del Miño se ponen a sus órdenes avanzando hacia el Norte, pasaron el rió Miño en Valladares arrasando castillos y conventos, cayó la fortaleza de San Pelayo, los monasterios de San Cosme y San Damián, Vigo fue arrasado igual que Iría Flavia. En Santiago entraban el 11 de agosto. Almanzor solo respetó el sepulcro del Apóstol y al monje que lo custodiaba. Parece ser que hubieron de retirarse rápidamente a Lamego en Agosto, por una colitis colectiva, dicen, los moros fueron más Alá de donde debieron, hecho que algunos apuntan como milagroso. Almanzor y Vermudo nunca llegaron a encontrarse; un poco antes, el 29 de junio del 997, el Rey estaba confirmando un privilegio a favor de San Vicente de Pombeiro.

Almanzor, que tenía bien seguro su tambor, repartió el botín con los condes traidores en Lamego y procesionalmente siguió con las campanas de Santiago a costas y cuestas de cristianos su camino de vuelta hacia Córdoba, perdiendo en el camino alguna. Hasta Fez en Marruecos llegaron las campanas de Compostela que aun hoy las vemos utilizadas como lámparas en las mezquitas.


 
Llega el primer milenio

Vermudo se pasó los dos últimos años de su vida reconstruyendo los desastres generados por Almanzor. A finales del verano partió Vermudo de Galicia hacia León agobiado por la enfermedad de gota que padecía, murió al atravesar el Bierzo un jueves de septiembre del 999, fue enterrado en el monasterio de Vilanova y el 11 de octubre era coronado por el obispo Froilán en León su hijo de cinco años, Alfonso V; curiosamente la tutoría de este niño recaerá en Menendo González, hijo de aquel otro Menendo sublevado contra Vermudo diez años antes en Portugal. En 1002 muere Almanzor y Menendo rompe sus compromisos con Córdoba.

El diccionario de Madoz nos cita a Santibáñez el Alto en este año: «Esta villa se llamó antiguamente San Juan. El obispo de León, Fróila, por su testamento otorgado en 1002, dió a su iglesia una heredad en San Juan (in Sancti Joanis), comprada a Bellido Gallego y a Justo Navasfrías. Tomó esta población el apellido de Mascoras. Después se vino a llamar Santibáñez de Mascoras o de Masculles y últimamente Santibáñez el Alto». El hecho de esta posesión episcopal implica la inexistencia de fortificación en Santibáñez, nada estratégico en ese momento con los Altos defendidos desde las fortalezas de Almenarella.

Esto es perfectamente válido pues hasta el mismo año de la muerte de Almanzor los leoneses estipendiaban en Córdoba. Estos Bellido Gallego y Justo Navasfrías del testamento del obispo serían mozárabes de la Transierra y la heredad el viejo monasterio abandonado que estos individuos poseían por alguna querencia desconocida, aunque sospecho enraizada a la leyenda aquella de Teobaldo y los restos funerarios de su padre el conde Grimaldo.

A partir de 1009 estalla la guerra civil en Córdoba y de nuevo el Andalus se verá seccionado en reinos de Taifas. En 1022 a la muerte de Sapor comienza el reinado del primer aftásida en Badajoz, Abu Muhammad abd Allah, un miknasa de los Pedroches al que Sapor había nombrado gobernador de Mérida. Les quita el poder a Abd al-Aziz y Abd al-Malik (hijos de Sapor) que tienen que refugiarse en Lisboa.

El debilitamiento cordobés en Extremadura reforzará la influencia de mozárabes y judíos, liberizándose la convivencia al soltarse de impuestos y la cabellera más de un bandido en las serranías de la cordillera Diagonal de Cuarcitas; pasar el río Tajo era algo así como hacerlo por el Misisipí seiscientos años después.

 
 
Fernando I Reconquista Lusitania

El año 1035 leoneses y castellanos se unen bajo el cetro de Fernando I que sabrá utilizar bien sus mañas diplomáticas en la pugna de sevillanos y badajocenses. En 1064 el aftásida Muhammad al-Muzzafar acaba siendo tributario de Fernando I que ese mismo año toma Coimbra. El castellano ha iniciado la reconquista de Lusitania.

El códice arábico de ABEN ZAID en 1045 dice: "Trujillo es una de ls ciudades notables del Norte, de ella era Abu Mohamed Abdala, hijo de Albolón, uno de los poertas de Almotafir Abenalaftas, rey de Badajoz".

Parece ser que un rico mozárabe, señor de Tentúgal (en la Beira) y que había llegado a ser visir en la corte sevillana de Ibn Abbad por sus extraordinarias dotes militares y servicios, rompió sus relaciones con los musulmanes pasándose al servicio del rey cristiano al que incitó a iniciar la conquista del occidente lusitano. Este mozárabe se llamaba Sisenando y Fernando I le dio para su gobierno las tierras de Coimbra de donde fue conde. En la toma de Coimbra acompañan al Rey, la reina Doña Sancha y varios obispos con sus huestes; entre ellos el obispo de Santiago, Cresconio, que había sido excomulgado por el Concilio de Reims en 1049 acusado de cismático al nominar Santiago como Sede Apostólica Pontificia; los otros obispos eran Vestruario de Lugo, Sisnando de Viseo, Suario de Mondoñedo y los abades Pedro de Guimaraens y Arriano de Celanova. Se rindieron los moros por hambre el día de San Fermín, la frontera del río Mondego estaba restablecida.

Al año siguiente moría el Rey (1065) dividiendo de nuevo el reino entre sus hijos: García, Sancho y Alfonso; jugada que no prende pues Sancho le quita Galicia a García y se sacude a su hermano Alfonso haciéndose con el poder en León y Castilla. Alfonso antes de ser VI, vencido y timado se exilió al Tajo en Toledo, esperando al quite su oportunidad y de paso aprender de los árabes más de la cuenta. La extraña muerte, asesinato de Sancho II, le da el trono ciñéndose la Corona en 1072 como Alfonso VI rey de Castilla, Galicia y León.

Durante estos aftásidas años se ha degradado aun más el poder en este caso de Badajoz, en la carta de Umar veremos después a que niveles los cristianos del Norte imponían sus leyes y fuerza en territorio moro, la Sierra de Gata la pasaban cuando querían razziando en la mismísima Medina Cauria cuya comarca estaba a merced de las espadas o impuestos revolucionarios que les imponían las gentes de Norte.

Trujillo estaba cada vez más cerca de la frontera habiéndose convertido en parada y fonda de los peregrinos a Santiago que con el nuevo Milenio se estaba convirtiendo en una verdadera Sede Apostólica de Occidente y a donde acudían de toda la Cristiandad.

 

Sede Bracarense

En 1071 ya existe un obispo en Braga, Don Pedro y es quien restaura la vieja diócesis bracarense. El equipo episcopal del nuevo obispo ya tiene forma en Febrero de 1071, allí están Galindo Alvitisz, Menendo Brandilaz, el prebítero Baltario, el confesor Eldrebedus, presbítero Sabarigus, otro presbítero que se llama Fromaricus, Aloitius Ornoriquiz, Pelagius Segundiz, Odorio Petriz, Gonzalo Moniz y pasan de diez. Seguían la regla de San Gregorio y vivían con el obispo en casa propia, comedor, camas y coro comunes siguiendo los cánones de Coiança (1050) y Compostela (1060). A Don Pedro le sucede San Gerardo.

Alfonso VI conquista Coria

Según el Cronicón Lusitano sabemos que Alfonso VI antes de tomar Toledo en 1085 hace una incursión rápida por la Sierra de Gata y toma Coria en el año 1077. Poco más conocemos de tal hecho aunque se conserva una carta del rey Umar al-Aftas de Badajoz a su colega de Marruecos Jusuf ben Taxin, lamentándose de haber perdido Coria y clarificando bien la situación del territorio.

"Con la luz y resplandor de la buena guía, oh rey de los muslines, que Dios la fortifique, sea la que te dirige y encamine y mueva, teniendo por camino propio y suyo el camino de la beneficencia y la sabiduría, se ocupe y emplee en hacer bien a otros, y tus deseos sean de hacer siempre guerra a los descreyentes, de lo cual estamos bien informados, siendo bien acierto y averiguado que te dedicassiempre a honrar, sublimar y defender a nuestra ley y que tú eres el más ínclito y principal Emperador y el más poderoso Caudillo y Conquistador y vencedor de los infieles, nos conviene implorar tu auxilio, para que socorras y defiendas nuestra ley y a nosotros.

El dolor de nuestras desgracias es extremado: tribulaciones y calamidades nos cercan por todas partes en España y daños mayores todavía nos amargan, que no pueden imaginarse sin espanto. Por todas partes nos va rodeando esta maldita gente, desde que los nuestros descuidaron el sujetarlos como antes y estar unidos contra ellos. Estos enemigos han crecido, han tomado alas, y como siempre nos querían mal, creciendo su poder y su enemiga rabia nos acometen ya estos perros de manera que nos tienen acobardados, sin quedarnos más remedió para mantenernos sino palabras fingidas de sumisión y blandura; pérfidos tratos que no dan sosiego, antes nos tienen con perpetuo cuidado y recelo de lo que nos puede sobrevenir. No sirve para perder estos temores el enviarles dádivas y preciosos dones todos los días, dejarles sacar de nuestra tierra toda especie de provisiones y mantenimientos; con todo eto, no calman los sobresaltos ni disminuyen los peligros; y en verdad, si el daño no pasara más adelante nos contentaríamos con ello, y estaríamos alegres con la miseria e infelicidad de este estado; pero ellos no cesan, nos quitan cada día las haciendas y nosotros, mezquinos, las dejamos llevar callando, y nos parece que no hacernos mayor mal es merced que nos hacen y les estamos a manera de agradecidos y pensando qué les poder dar cuando vengan a pedir. Pero, Señor, nos sacarán los ojos y el mal nos ha pasado ya de parte a parte hasta perecer y la llaga, incurable. Como ya saben nuestro enemigos que nada podemos darle y su condición es insaciable, ya tratan de conquistar y saquear nuestras ciudades y ocupar nuestras fortalezas, y se ha encendido el fuego de los cristianos por toda España, y en todas partes las puntas de sus lanzas y los agudos filos de sus espadas beben y han bebido mucho sangre de los muslines, y los que, por fortuna, escaparon de la cruda muerte en las atroces peleas, gimen en su poder en dura esclavitud y atormentados de sus crueles manos, pues no tratan sino de acabarnos y hacernos sufrir indecibles tormentos. Y según parece piensan darnos el último asalto, y muy poco distante miran el fin de sus deseos, que es nuestra ruina y absoluto vencimiento; pero, ¡oh fe de Dios!, ¿será posible que los muslines hayan perdido la esperanza y el acierto para mantener y sustentar la verdad de nuestra ley? ¿Será que algún día triunfe la infidelidad de la religión verdadera y no habrá quien nos ampare y libre de estas calamidades? ¿Ha de faltar quién levante nuestra fe, caída en el suelo? ¿No aparecerá un defensor de la religión y de las cosas santas? Pero no tenemos otro auxilio ni refugio que Dios delante de su trono sublimado, al cual toca la baja y terrena súplica, y su divina bondad ha honrado a los bajos y envilecidos. Nuestra calamidad es inconsolable, es desgracia sin par.

No te había escrito, ¡oh rey de los muslines!, antes de ahora, ocupado en defender la tierra del asiento y cerco de la ciudad de Cauria, restitúyala Dios, que pudiera ser causa de la despoblación de esta tierra de los muslines que moran en ella. Siempre ha ido en aumento mi temor de que se perdiera la ciudad de que te escribí: la fuerza del enemigo se ha aumentado, y en fin, la ciudad vino en su poder, cosa que acrecienta nuestros males. En medió de la Ciudad hay un castillo de mucha fortaleza, tal que excede a los más fuertes castillos; este es como el centro de la Ciudad, y da vista y atalaya a toda la tierra de alrededor; así, a los que están cerca como a los que están apartados y distantes, de maneraque no era otra cosa esta fortaleza que como un viento fuerte y tempestuoso en las salidas de los que dentro estaban; pero se apoderó de él un traidor enemigo, un soberbio infiel, y si no te das mucha prisa en venir con tus huestes de a pie y de a caballo, no tardará en estar todo lo nuestro en desolación y ruina. No te recuerdo, ¡oh rey de los muslines!, la palabra del libro de Dios, ni la doctrina de nuestro honrado Profeta, pues entre vosotros hay más doctrina y más letra que por acá, y sabéis bien lo que en este caso nos obliga.

Envíos esta carta con un noble jeke, nuestro predicador, al-Chatih, para si os ocurriese alguna duda en el particular, os la declare y manifieste.

Este se ha determinado a llevar esta carta y embajada por ser obra meritoria y alcanzar de vuestro poder este socorro y singular merced, y yo no he dudado de manifestarle mis intenciones, confiando así en su fidelidad como en su saber y en la elegancia de su lengua.

La caída de Coria convierte automáticamente a Trujillo en plaza fronteriza. Los cristianos se enseñorean hasta el río Tajo batiendo por las sierras cuarcíticas entre la sierra de la Garrapata, Portezuelo y Peña Falcón frente los bastiones moros de Ceclavín como vanguardia de Alcántara y al otro margen del río Tajo al-Konetar, al-Monfrag y al-Balata.

En 1080 Toledo está al borde de la ruina y al-Qadir lo abandona haciéndose cargo del reino Umar ben al-Aftas de Badajoz, durante poco menos de un año que regresa a Badajoz dejando Toledo por imposible. Alfonso VI lo tiene a papo pues él mismo repone a al-Qadir en el trono toledano. El soberbio Alfonso VI en 1082 llegaba ante las Columnas de Hércules pisando Tarifa en una entrada relámpago. Después fue contra Zaragoza y por fin el 25 de Mayo de 1085 conquistaba Toledo revalidando su título de «Adefonsus Imperator totius Hispaniae» (parece la historia de Carlomagno, ver "Codex Calistinus").

 

Alfonso VI hizo el juego a Francia

A finales de 1079 o principios de 1080 llegarían a España Raimundo y Henrique (hijo y sobrino del conde Guillermo de Borgoña) acompañando a su tía Constanza de Borgoña, segunda esposa de Alfonso VI. Ambos primos intervinieron en la batalla de Sagrajas. En 1094 se casó Raimundo con Urraca, hija legítima de Alfonso VI y Constanza (catorce añitos tenía la infanta); su primo Henrique a principios de 1095 estaba casado con Teresa, hija ilegítima que tuviera Alfonso VI con la noble dama Ximena Nuñez.

En la primavera de 1093 y rehecho plenamente del desastre de Sagrajas atraviesa el río Mondego consiguiendo abatir las bien pertrechadas murallas de Santarem, al poco también caen Sintra y Lisboa colocándose los cristianos en la nueva frontera del río Tajo. Alfonso VI pone en el gobierno de las nuevas plazas conquistadas a Soeiro Mendes, hermano de Gonçalo Mendes de Maia al que más tarde se conocerá como el Batallador y para evitar las rebeliones de algunos condes también le entregará el gobierno de Santarem y Coimbra cambiando a Martim Moniz para Arouca, este nuevo conde pasará a depender de Soeiro Mendes. Alfonso VI pone al frente de toda Galicia y las nuevas tierras lusitanas a su yerno Raimundo de Borgoña del que también dependía su primo Henrique que en 1095 era conde del distrito de Braga.

Pero no les fue tan fácil convencer a los musulmanes españoles que hubieron de ser abatidos por las armas. El último rey aftásida de Badajoz Umar ben al-Aftas cayó a traición y fue ejecutado en 1094 por el jefe almorávide Sir Abu Bakr junto a dos de sus hijos al-Fadl y al-Abbas por colaboración con los cristianos al entregar al rey Alfonso las plazas de Lisboa, Santarén y Cintra que ocupó en Mayo de 1093; poco tiempo tuvieron Lisboa los cristianos, en 1096 el conde Raimundo de Borgoña la perdió a manos de Sir Abu Bakr recuperando el ala Occidental que la Oriental, Valencia, caería en 1102 (dos años después de morir el Cid). El gran emir almorábid decía del Andalus que era como un águila: «Su cabeza es Toledo y su pico Calatrava, y su pecho Jaén, y sus garras Granada, y sus alas, la derecha Poniente y la izquierda Levante». Murió casi centenario en 1106.

En 1097 las posesiones de los dos primos Borgoñas se van a diferenciar en la raya del Miño que es hasta donde llegan en ese momento los dominios de Raimundo, Henrique controla desde el Miño al río Tajo en los terrenos que ya se empiezan a conocer como Portugal.

En 1101 Diego Gelmírez consigue el episcopado de Santiago y el 22 de Abril de 1102 elevó a 72 el número de canónigos en Compostela, entre ellos figuraba San Gerardo, obispo de Braga; ese año de 1102 Gelmírez va a Braga para robar un montón de reliquias, entre ellas las de San Fructuoso. En 1104 por medio de la Bula Jacobi Apostoli corpus obtenía del papa Pascual II la dignidad bajo palio. El obispo de Braga San Gerardo, que sería elevado a la categoría de arzobispo, como canónigo de Santiago hubo de jurar obediencia al obispo Gelmírez durante todos los días de su vida.

En la Primavera 1104 el arzobispo de Toledo Bernardo iba de peregrinación a los Santos Lugares, antes en los primeros meses de 1103 lo había hecho el conde de Portugal Henrique de Borgoña acompañado del obispo de Coimbra Mauricio que soñaba ser papa. El Conde de Portugal volvió de Palestina en 1105 y en 1106 vivía en la corte de Alfonso VI alternando sus estancias en Coimbra. Su primo Raimundo de Borgoña aspiraba a ser el heredero de la Corona pero la circunstancia de que Alfonso VI tuviera a Sancho con Zalila, hija del rey de Sevilla Ibn Abbad, vino a oscurecer las ambiciones del yerno borgoñes. Alfonso VI hace ver claramente desde que Sancho es pequeño que lo considera como su heredero titulándole príncipe de Toledo.

A finales de 1106 y 1107 (no está claro) hacen un pacto secreto Raimundo y Henrique de Borgoña por el cual después de la muerte de su suegro, Henrique apoyaría a Raimundo como rey heredero de Alfonso VI y en el caso de que cayeran en sus manos los tesoros de Toledo se quedaría con una parte cediendo dos a Raimundo, y este por la suya le daría a Henrique la ciudad de Toledo siempre y cuando quedase sujeto a él... se apoyarían contra cualquiera que se les opusiera y que si era Raimundo quien tomaba primero Toledo le reservaría a su primo una tercera parte de los tesoros... En todo estaba la mano de Cluny y el viejo monje Hugo enfurecido porque Alfonso VI no dejaba el trono en manos de Raimundo. Sin embargo Raimundo de Borgoña moriría en Octubre de 1107.

El obispo Gelmírez anda intrigando en la abadía de Cluny y en la Santa Sede para que le den el arzobispado de Braga transpasándole a Compostela pero tanto Pascual II como su sucesor Gelasio II no lo ven claro y si lo está el odio especial que tiene al obispo de Braga Don Paio Mendes que no le reconoce unas propiedades que en sus alfoz tiene Compostela... y otras bagatelas.

En 1108 se desmoronaban las defensas del Tajo y las esperanzas del rey, los ejércitos de Alfonso VI sufrían la derrota de Uclés muriendo su hijo y heredero Sancho. El monarca castellano sobrevivió un año más, en Junio de 1109 entregaba su ánima dejando el trono a su hija Urraca y en el caso que esta se casase de nuevo quedaría reinando en Galicia su hijo Alfonso Raimúndez que tenía entonces tres años. Este mismo año el conde Henrique tuvo que reducir un levantamiento en Sintra.

En Octubre de 1109 se unía en matrimonio Urraca con Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, y contra los deseos de muchos de sus nobles y obispos; el arzobispo de Toledo les excomulgó y a su vez fue expulsado durante dos años de su sede, igual les ocurrió a los obispos de León, Burgos, Palencia, Osma y Orense que fueron hechos prisioneros. En Octubre de 1110 la revolución estaba servida y el rey de Aragón decide invadir los reinos de su mujer de los que se consideraba rey.

El conde Henrique pactó con el rey de Aragón acordando luchar juntos y repartirse después León y Castilla. Alfonso I se peleó con Doña Urraca y la encerró en un castillo, Urraca se puso en contacto con los nobles de Galicia recordándoles que Alfonso VI había dejado como rey de Galicia a su hijo Alfonso Raimúndez y animándoles a reponerle en el trono, pero al poco hacen las paces Urraca y su marido por lo que los pactos entre el Batallador y Henrique de Borgoña quedan nulos. Henrique, los nobles gallegos y el obispo Gelmírez abrazan la causa de Alfonso Raimúndez y finalmente la ruptura definitiva de Urraca y el Batallador traerán la unidad entre las facciones del viejo reino de Alfonso VI. En toda esta intriga estuvo la mano de Cluny.

En 1111 Sir Abu Bakr, qaid de Sevilla, invade de nuevo Badajoz; tal vez por un levantamiento local siguiendo hasta tomar Évora, Santarén, Lisboa y Sintra a Raimundo de Borgoña (Raimundo murió en Astorga el 1 de mayo de 1114 y fue enterrado en Braga).

Este año de 1111 Mazdali ben Bablunkan, tío del califa Alí rebasa el río Tajo hasta Coria que se entrega según la crónica por la traición de malos cristianos: ...Per idem tempus a malis hominibus qui dicebantur se esse christianos et non erant. Tradita est sarracenis Cauria, et acceperunt in Extremadura aliud castellum quod dicitur Alvalat, et munierunt Cauriam et Alvalat magna multitudine militum et peditum qui quotidie debellabant totam Extrematuranm usque ad flumen Dorium... (Chronica Adefonsi Imperatoris).

Los almorávides tomaron Coria como dice el documento con la ayuda de unos malos hombres que se decían cristianos y no eran. Los cristianos ciertos se hicieron fuertes en la Sierra, al menos en las tierras de Almenarella y San Juan de Mascoras que eran la puerta del paso militar al valle del Árrago y donde todavía hoy podemos contemplar la estupenda calzada con sus grandes lanchas tapadas de gigantescas escoberas. Por allí entraban las mesnadas cristianas desde Salamanca y después desde Ciudad Rodrigo, los altos hurdanos eran incontrolables para el Islam, entre sus vericuetos y hasta la sierra de Francia se guarecían grupos humanos antiguos que ayudaban a los cristianos. El valle del Árrago se defendía con las atalayas de Trevel y Zambrano en las dos Bollas, y diversos torreones o fortines vigilaban los ganados de la intendencia cristiana a medida que la frontera bajaba hacia el Sur.

Suponemos que la sierra de Gata durante estos años quedará parcialmente en manos leonesas al menos está clara la existencia cristiana en San Juan de Mascoras durante algún momento del papado de Calisto II (1119-1142) por una inscripción en un sillar de granito que vemos frente a la parroquia de San Pedro Apóstol y que dice: CALISTUS II MATEO FECIT ME.

 
 
Batalla de Sagrajas

Después de caer Toledo pocas esperanzas les quedaban al resto de los taifas andaluces, pactaron con el sultán almorávide Yusuf Ibn Tasufin que pasó sus fuerzas saharianas por el Estrecho desembarcando en Algeciras al atardecer del día 30 de Junio de 1086 se dirigió hacia Badajoz vía Sevilla y Jerez de los Caballeros.

Alfonso VI partió de Coria a pasar el puente de Alcántara y dirigirse a Badajoz por los puertos de Aliseda, Azagala y Villar del Rey. Se encontraron entre Badajoz y la confluencia del río Gévora con el Guadiana. Fue la batalla de Sagrajas que hizo salir herido al rey cristiano para Coria, a curarse amén del muslo acuchillado, del desastre ante tan confederados moros. El Andalus cedía ante Marrakech, capital de los nuevos teócratas almorávides. En esta batalla muere el conde de Coimbra, Sisenando, heredando el condado de Coimbra su yerno Martim Moniz que se había casado con su hija Elvira.

 
 
Compostela se come Mérida

El obispo Gelmírez a finales del año 1118 envía a Roma al prior de San Zoilo intentando una vez más que el papa le haga arzobispo, el cardenal Deusdedit le da al prior una carta para Gelmírez citándole para el concilio de Auvernia y cuando Gelmírez cabalga con su escolta hacia el concilio se entera de que el Papa había muerto el 29 de Enero de 1119. El hermano de Raimundo, Guido de Borgoña, como Calisto II sucede a Gelasio II en el papado y nuevamente fracasan los emisarios, el Papa no está dispuesto a trasladar la metropolitana bracarense a Santiago sin que intervengan los obispos comprovinciales; Calisto II emplaza a Gelmírez para el próximo concilio de Reims.

En este intervalo Alfonso Raimúndez envía un mensaje a su tío Calisto II por medio del arzobispo de Toledo quejándose contra el obispo Gelmírez que quería despojarle de la herencia de su abuelo. El Papa escribió a Gelmírez y le dijo claramente que si quería conseguir algo tendría que ayudar a su sobrino Alfonso para que fuese Rey de los reinos de su abuelo. La respuesta es inminente y Doña Urraca impide a Diego Gelmírez el viaje a Reims y tiene que delegar en Hugo, su amigo el obispo de Porto.

-Este Hugo era francés haciendo de arcediano en Santiago sin tener el Orden Sacerdotal y seguía diácono cuando es elegido obispo en 1112, hasta el 22 de Marzo de 1113 no le ordenan presbítero y es consagrado al día siguiente por el metropolitano bracarense Don Mauricio Burdino-.

Don Hugo disfrazado de mendigo emprende viaje cuando ya había finalizado el concilio de Reims dirigiéndose a la influyente y famosa abadía de Cluny donde se entrevista con el abad Poncio que hará de mediador con el Papa. Calisto II al fin accede en parte a los deseos de Gelmírez aunque no le quite a Braga el arzobispado pero le da a Santiago el de Mérida y las legaciones de Braga y Mérida ante la Santa Sede reaccionando rápidamente los metropolitanos Don Paio de Braga y Bernardo de Toledo que atendía a los pocos cristianos que quedaban en la iglesia emeritense dentro del terreno moro.

Don Paio se negó asistir al sínodo convocado por Gelmírez en 1121, recusa que el Papa después reconoció como justa exceptuando a la diócesis bracarense de la legacía de Compostela; después ambos obispos hicieron las paces reconociendo el de Braga la legacía e ignorando el de Santiago los terrenos que le tenía usurpados en Braga su arzobispo.

En la primavera de 1121 Doña Urraca acompañada de su hijo Alfonso con sus fuerzas y las de Gelmírez deciden penetrar en las tierras de la infanta portuguesa que actúa en sus dominios como verdadera reina. Invadieron los leoneses y gallegos toda la región portugalense metiendo en vereda a Doña Teresa y a su hijo Afonso Henriques que en Guimarães ha de claudicar y reconocerse vasallo de León. A partir de 1122 Alfonso Raimúndez está muy cerca de ser Alfonso VII, está adquiriendo la supremacía en sus estados . Doña Urraca se murió en Marzo de 1126.

 
 
Razzias cristianas por Extremadura y Alentejo

En Junio de 1131 llegan a Extremadura milicias salmantinas espetándose en Évora, acudió al auxilio Tasufin Ibn Ali con el gobernador de Córdoba Ibn Ganuna. Los moros sufrieron la derrota e Ibn Ganuna el presidio en Sevilla. Tasufin en su retirada atacó el castillo de Idaña a Velha, en las cercanías de Marvão devastando los alfoces badajocenses (crónica de Ibn Abi Zar). Debe ser una mala traducción, Tasufin se reorganizó persiguiendo a los salmantinos después de pasar el puente de Alcántara para atacar el castillo de Idaña y a la vuelta por Marvão castigar los castillos badajocenses que flaquearon ante el enemigo.

Los nobles salmantinos organizan nuevamente sus mesnadas y bajan al moro de Badajoz enfrentándose a finales de Enero de 1134 con los almorábides de Tasufin en Zalaca, y mira por donde, como la otra vez cayeron los cristianos fulminados por la media luna en vergonzosa derrota. Este año lo aprovecha muy bien Tesufin pues el 17 de Julio derrota a Alfonso I el Batallador en Fraga, volviendo desde Córdoba a Extremadura pues se le había colado otro ejército que iba a la capital andaluza, se encontraron en Vacar, entre Córdoba y Badajoz; fueron derrotados los cristianos y perseguidos hasta que se refugiaron en la Sierra de San Pedro a esperar poder pasar el puente de Alcántara, que mal guarnecido debía andar por aquellos entonces si es que había alguna guarnición, todo el mundo andaba de guerra y pillaje; los pueblos de la frontera se habían acostumbrado a sonreír en estéreo.

 
 
Alfonso VII el Emperador Ibérico y su primo Alfonso I Rey de Portugal

En 1135 Alfonso VII era coronado Emperador de las Españas mientras Tasufín Ibn Alí abandonaba España con seis mil cautivos ante la grave enfermedad de su padre en Marrakech. El 4 de julio hay un pacto entre Alfonso VII y Afonso Enriques.

El 25 de Julio de 1139 es campo de batalla Oubrique en el Alentejo, Afonso Enriques I de Portugal derrotó ampliamente a los almorábides. Después de la contienda Afonso Enriques actúa como Rey de Portugal. A finales de este año rompe nuevamente la paz con su primo el Emperador. En Octubre Alfonso VII conquista el castillo de Aurelia (Oreja) en las fronteras de Toledo.

A principio de 1140 Afonso Enriques rompe el pacto invadiendo Galicia por Tui con catastróficos resultados pues además de salir herido de un lanzazo perdió territorio. Entre tanto se le colaron los moros por el Sur pasando el Tajo hasta tomar y destruir el castillo de Leiría, siguieron Mondego arriba hasta arrasar y tomar Trancoso; el Rey pudo acudir con fortuna haciendo retroceder al moro y restaurar el orden.

En 1141 devastan Lisboa con una armada de cruzados que marchaban a los Santos Lugares y a los que Afonso Enriques convenció para tal efecto. Después reconstruyó Leiría con muchos de ellos a los que dijo que si defendiendo Leiría morían obtendrían la remisión de sus pecados igual que en Jerusalén.

Conquista de Coria

En 1142 Alfonso VII y después de los dos intentos fallidos de 1138 recupera Coria y pone de obispo a Navarrón.

En 1143 se inician los preliminares de una concordia entre los dos primos borgoñeses en Valdevez y posteriormente se encontrarán en Zamora con la presencia del cardenal Guido de Vico como legado del papa Inocencio II, allí el Emperador Alfonso VII reconoce a Afonso Enriques como rey de Portugal y recibe el señorío de Astorga, por esta tenencia se considera su vasallo. Volvió sus dominios portugueses dejando como gobernador de Astorga al alférez Fernando Cativo. Poco dura la concordia pues Afonso I quiere ser rey sin depender de León.

En Noviembre Alfonso Enriques solicita vasallaje al Papa y pagar un censo anual de cuatro onzas de oro, así eludiría su dependencia leonesa; fue años después cuando el papa Alexandro III le confirma la Dignidad Real bajo su vasallaje.

En este año de 1143 muere Alí el emir de los almohades.

En 1145 salían los almorábides de Badajoz expulsados por los partidarios de Sidray que desde el Algarve habían ocupado Beja y Évora. Esta situación llevaría a Ibn Kasi, walí de Mértola, a los brazos de Ibn Errik, nombre que daban los musulmanes al rey portugués; celebraron pacto y con ejercito mixto asolaron todo los distritos de Beja y Mérida seguramente en nombre del mesmo dios. Cuando Afonso I volvió al Norte los habitantes de Mértola se revelaron contra Ibn Kasi y haciéndole prisionero lo enviaron a Beja de donde pudo escaparse a Marruecos para invocar auxilio a los Almohades incitándoles a venir a España. La situación en la Marca Inferior era de rebelión total quedando nuevamente el Vacío de Estado con relleno cantonal.

Afonso I se casó en 1146 con Mafalda, una hija de Amadeo III, conde de Mauriana y Saboya. Al año siguiente y valiéndose de pura estrategia guerrillera el rey de Portugal Don Afonso I toma Santarem en los Idus de Marzo, el sábado día 15 eran abatidas sus inexpugnables murallas. Ese mismo año caían Lisboa y Sintra con la ayuda de una flota de cruzados que iban a Palestina.

En 1148 el califa almohade Abu al-Mumin fortifica Trujillo, Montánchez y Santa Cruz pues los cristianos asoman al río Tajo.

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